El proyecto La Puta de Babilonia toma su nombre de un personaje bíblico del Libro de las Revelaciones, que representa la maldad y la lujuria que existe de manera inherente en las personas. Esta figura aparece como una de las señales del Apocalipsis, siendo este personaje el que corrompe a los reyes de los hombres a través del deseo. Creando un desplazamiento visual de este personaje bíblico, se modelaron un total de 148 esculturas, que constituyen el total de la colección. Algunas piezas son una puerca y una rana teniendo relaciones sexuales en diferentes posiciones, otras son puercas en posiciones eróticas, y una pieza central, que representa a la Puta de Babilonia (la puerca) sobre la bestia de siete cabezas. La instalación total de las formas ilustra un paisaje casi pornográfico de animales con características antropomórficas muy divertidas.